Retrato de Rodolfo Dorantes
Date: 1964
Medium: Lithograph
Dimensions (cm.): 32.6 x 37.9
Alternate titles: Unknown
Published edition: Signed and numbered edition of 10. Unknown number of impressions outside the edition.
Contemporary publication: Unknown
References: Exposición de Homenaje 297
Commentary: Rodolfo Dorantes (1908-1964) was a leftist journalist and intellectual. Octavio Paz, who had been a close friend at the Escuela Nacional Preparatoria but later grew distant, wrote this tribute upon receiving news of his sudden death, the occasion of which probably also motivated Méndez’s portrait:
Un telegrama me anuncia la muerte de Rodolfo Dorantes.
Veo desde el balcón la masa oscilante y enorme de los árboles.
Una banda de loros rasga el cielo sin nubes.
En la altura, diminuto en la luz luminosa, un gavilán en círculos.
Por el camino de la tierra rojiza pasa un ciclista vestido de blanco.
Más pájaros.
Tres mujeres, tres girasoles oscuros y centellantes, descalzas andrajosas, cubiertas de ajorcas de plata brazos y tobillos.
En México hay otros árboles, otros pájaros, otra gente. Pero la luz es la misma, la hermosura es la misma, el horror es el mismo.
Hace treinta años, en los patios de la Preparatoria, el cielo no era menos azul ni el aire menos vibrante que ahora.
Rodolfo Dorantes, que amaba la belleza, decidió que no basta con amarla: hay que compartirla.
Pensó que la belleza, como el pan y como todo lo que el hombre produce y crea, es un bien común.
No hay belleza sin justicia ni justicia sin fraternidad.
Desde su adolescencia luchó por estas ideas, como periodista como militante político.
Fue un internacionalista sin dejar de ser mexicano; conoció el rigor de la represión y la alegría de la solidaridad; fue el compañero de los obreros y el amigo de los escritores; disciplinado y no sectario, fue el hombre de acción y también de pasión y contemplación: amó la poesía y amó a la mujer y quiso a sus amigos con el mismo fervor lúcido con que participó en las luchas revolucionarias.
No siempre estuvimos de acuerdo, pero nunca dejé de quererlo y admirarlo.
Amigo seguro, compañero alegre, sensibilidad abierta, hombre que conservó intactos su corazón y su finura nativa en medio de la lucha.
Murió pobre e integro, hombre cabal.
Esta luz es la misma que vibraba en los patios de la Preparatoria.
A esta hora unos muchachos se juntan y discuten, como hace unos años.
Uno de ellos decide que no hay belleza sin justicia ni justicia sin fraternidad.
La masa verde de los árboles ennegrece: se ha cubierto de pájaros.
(Octavio Paz, Nueva Delhi, 7 de noviembre de 1964)
Catalogue record number: 278